JUAN CARLOS MARTÍNEZ, PREMIO “CULTURA MEXICANA 2011”, DE BÉLGICA
Agencia de Información Internacional.- El Consejo de Cultura Mexicana, integrada por multidisciplinarios mexicanos radicados en Bruselas desde 1990; otorgaron hace unas horas, el Premio “Cultura Mexicana 2011” al joven pintor, escultor y comunicólogo mexicano, Juan Carlos Martínez Nava; como respuesta a su activa participación en el programa de Artes, Ciencias y Literatura, que sostienen por iniciativa privada ciudadanos de nuestro país, radicados en aquella latitud geográfica europea.
Juan Carlos Martínez, quien se sumó a tan valiosa información del programa de acopio “Mexicanos en Bruselas”, fue notificado ayer del Premio, por el director del Programa, el filósofo mexicano, Pablo Raúl Rosaleda.
Entrevistado el artista, explicó que su obra se basa en paisajes esfumados y de formatos mínimos, “mediante los cuales intento retener en mis lienzos, los últimos vestigios de la memoria organizada. Ello puede ser un banco de delfines, una flotilla de pequeñas embarcaciones en ultramar; una mercadería de sabrosos frutos; una isla perdida entre fuegos y brumas; o bien, y si es que los materiales de piedras y metales me piden ser acariciados, les quito lo que les sobra, para extraer un Gandhi o un héroe revolucionario crucificado.
Pero entonces: ¿Qué significa para usted pintar de manera esfumada?
“Es un término un tanto abstracto, que puede ser utilizado en sentido tan técnico como sensible. Veamos. Si yo empleo en un cuadro colores que parecen esfumarse o fugarse como si fueran a desaparecer o disolverse; ello se traduce a un esfuerzo estético que yo estoy aplicando como necesidad pictórica; más, si por el contrario, las imágenes capturadas provienen de una especie de despedida sensible, ello está acusando lo que bien podría definirse como un esfumado emocional.
“Es decir. Si yo me propongo retener el último adiós de una golondrina en las alturas; los ojos de una mujer que dicen “te amo” mediante un gesto de cinco segundos ó, si finalmente soy capaz de capturar con mis pinceles las hojas secas de un árbol en pleno vuelo; bueno, pues esos movimientos de mi cerebro, son justamente eso, esfumados que están siendo registrados por mis propios neurotransmisores”.
Juan Carlos Martínez, sonríe con sus propias ocurrencias para sintetizar finalmente: “No. No es el primer premio que obtengo. Lo único que puedo decirle es que amo apasionadamente mis vocaciones de artista plástico y de comunicador. Soy muy trabajador. Finalmente, creo, ésta es mi única cualidad. ¿Será? Y claro. De ello, hasta el momento, ha dependido cuanto he logrado obtener. Por lo pronto, claro está, me siento agradecidísimo con los paisanos de Bélgica, y me encanta que estén dando a conocer la enorme cultura que se está generando en nuestro país”.