(Opinión)
ARTE Y ACADEMIA
POR ANA MARÍA LONGI


Y ahora bien: ¿Qué hay del grabado? ¡Algo muy especial!... El grabado de Carolina
Viñamata, es para ella, toda una fiesta. Una alegría sin límites. Incluso,
podría decirse, una travesura, un ingenio indescriptible conformado no sólo en
su inteligencia sino incluso en su corazón. El grabado, entonces para esta
artista, resulta finalmente lo que expresamos antes. Una enorme fiesta del
cuerpo, del alma, de su propia música emocional y de la fuerza luminosa que
está encerrada durante muchas semanas, meses y
años, pero que de repente ¡se abre!...¡Se libera a manera de esos grandes conciertos
orquestales que disfrutamos a manera de elegante regalo.
CAROLINA Y SU MUNDO INTERIOR
Carolina: Por favor háblame de ti. Ya que el estar
liberando tres caminos artísticos al mismo tiempo, no es algo que se dé
por casualidad. Ya que creo, que así
como todos provenimos del cientificismo del ¡Boom! en ti, mi estimada Carol,
también hubo una especie de ¡Boom! que explotó y ya se convirtió en algo
maravillosamente imparable. En fin: ¡Platícame!
Y la gran Carol, nos explica: "Desde pequeña, he estado implícita en
el mundo del Arte. Lo que me condujo a estudiar Artes Visuales. A través de 22
años de desarrollo profesional, he tenido encuentros y desencuentros con los
tres caminos que tú mencionas. Por un lado, la sutileza del ácido que quema un metal; la suavidad del óleo que crea profundidad y
la madera que llora cuando penetra la aspereza del cincel.
¿Y qué necesitabas decirle al mundo con todo esto,
mi querida Carolina?


CAROLINA Y
SU FORMACIÓN

Un beso... Y
hasta la próxima charla