FALLECIÓ EL ESCRITOR MONARCA DE LA LITERATURA VAMPÍRICA, EL
MEXICANO DE ORIGEN HÚNGARO: LAZLO MOUSSONG. IMPORTANTES NOVELISTAS DE FICCIÓN
COMO GONZÁLO MARTRÉ, LAMENTAN SU AUSENCIA.
ANA MARIA LONGI
Lazlo Moussong, el
escritor mexicano-húngaro, que condujo a la Literatura Nacional, por los
inexplorados y emocionantes senderos del llamado: "Humor Vampírico",
falleció el pasado 24 de febrero de 2019, aquejado por problem
as circulatorios
y cardio-respiratorios. Razón por la cual, su hijo Aurés Moussong ---quien
cuidó al gran personaje dentro de la mayor entrega, discreción e intimidad,
dentro del proceso hospitalario---, lo comunicó a esta reportera con profundo
dolor. Noticia, que por supuesto se ha venido esparciendo dentro de los
exclusivos foros intelectuales de colegas, editores y amigos a los que el
apreciado escritor y periodista perteneció de manera muy especial, desde hace
más de 50 años.
Al momento, lo
llevamos en la memoria, con declaraciones polémicas como ésta: "Sobre
Castillos en la letra, Yenko Kanev, investigador búlgaro de literatura
hispanoamericana y profesor en la Soborna, en un extenso ensayo que escribió
sobre ese libro, declaró y explicó por qué le fue imposible clasificar mis
textos, explicación que tampoco entendí yo (así que quedamos a mano). Siguió
Tórrido Quehacer, dividido en dos partes: cuentos y ensayos. El tercero,
realmente muy breve, fue una teoría del Universo, en la que contradigo ---no
científica sino imaginativamente---, una tesis fundamental del gran
investigador Hubble, y el cuarto Extrañas Sustancias, cuyos textos organizo en
temas de mi invención. Finalmente estoy preparando ya el libro completo de los
cuentos de mi tío Tibor, el vampiro".
Así que para los
medios informativos que tanto lo tratamos y admiramos, el recordarlo, nos ha
resultado muy triste claro está; pera también hermoso y evocador. Porque Lazlo,
como decíamos, se colocó desde antes de los ochenta, en la solitaria pero muy
exitosa contraesquina del calificado "Humor Vampírico, con libros tan
fuera de serie como "Castillos en la Letra", publicado por la
Universidad Veracruzana; y extrañamente, porque se ha sabido que no hacen
reediciones, propusieron, sin embargo, una segunda, que también se agotó.
Después abrió con unos cinco cuentos de "Mi tío Tibor, el Vampiro",
en el cual hay muchos juegos de humor o pensamiento satírico de una lógica
ilógica. Ningún lector olvida tampoco "Tórrido Quehacer", editado por
Siglo XXI; "Una Teoría del Universo", apoyado por Plaza y Valdez y
entre los más recientes, el devorado: "Extrañas sustancias", editado
por Colofón.
Y cuando le
preguntábamos: Lazlo: ¿Tú viniste de Hungría? hacía gala de su sentido del
Humor: "Sí, pero fue un viaje muy pesado...¡Imagínate! venir volando a lo
largo del Atlántico y desde el centro de Europa! En realidad, nací en Alvarado,
Veracruz, pero me trajeron al DF de un año de edad, así que soy chilango. Pero
mis orígenes han sido tajantemente bipolars: Fíjate: Mi abuelo era, en el
Imperio Astrohúngaro, director de una escuela dexclusiva para militares y
aristócratas (este tipo de escuelas imperiales aparecen durante y para el
Imperio y se muestran muy bien en ese excelente fil Coronel Readl y mi tío
mayor, Miklos, fue un general que ganó una batalla importante en un lugar
llamado Tomosy. Puesto que el protocolo no permitía dar títulos nobiliarios a
quienes no tuvieran apellido alemán, austriaco o húngaro, el emperador
Francisco José decidió imponer a mi tío el apellido Tomosy, y sí pudo darle ese
título nobiliario. Mi apellido es franco-húngaro.
Pero, por otro lado,
a Lazlo Moussong, gustaba también de hacer referencia a su segundo apellido:
Placencia. "Abundante en Villa de Ayala, cerca de C uautla. Y mi abuela
materna vivisó, nada menos que con Eufemio Zafata, en plena Revolución; no sé
si esto fue antes o después de la muerte de su esposa. Mi abuela era íntima
amiga de la maestra Josefa, esposa de Emiliano. Todos los domingos se iba a
Anenecuilco con las tres hijas de Eufemia y mi mamá. Has de saber que un día
tuve una increíble sorpresa: Entré a conocer el Museo de la Revolución
Mexicana, que está abajo del Monumento a la Revolución, y en una pared estaba
una foto como de 60 x 40, con un montón de generales de la Convención y una
dama distinguida y muy bien vestida (la única mujer entre todos) entre Eulalio
Gutilérrez y Eufemio en su característica posición y actitud fanfarrona. Las
identificación dice: "Grupo de delegados convencionistas saliendo de una
sesión". De ahí viene mi bipolaridad de identificación en mi ser interior,
mis actitudes ante la vida y en mi literatura que se considera original.
¡Claro! Con esos orígenes nunca supe si yo era yo o mi otro yo. Y encima,
échale que soy de signo Piscis: el signo de las contradicciones". Así que
gracias Lazlo por compartir siempre con
nosotros aspectos tan interesantes de tu vida personal e intelectual.
Gracias.