Amnistía Internacional denuncia cateo
policial de su oficina en Moscú
* AI teme que las nuevas leyes en el país se
utilicen para acosar a las ONG
LONDRES, GRAN BRETAÑA.- La Policía Fiscal rusa registró la oficina de Amnistía
Internacional (AI) en Moscú, en el marco de la nueva ley emitida por el
presidente ruso Vladimir Putin para evitar actos de espionaje en organizaciones
no gubernamentales (ONG).
En una declaración, publicada en su página en internet, la organización humanitaria denunció que agentes de la Policía Fiscal y funcionarios de impuestos llegaron este lunes de manera inesperada a su sede en Moscú para realizar una inspección.
La medida se llevó a cabo en el marco de una oleada de inspecciones similares por parte del gobierno desde que aprobó en julio pasado una serie de normas que restringen las actividades de varias ONG rusas e internacionales.
Además de la sede de AI en Moscú, las autoridades rusas también catearon las oficinas de otras ONG como la Fundación Pública de la Sentencia, el Movimiento de los Derechos Humanos y la Agencia de Información Social, aunque no está claro cuál fue el motivo.
Funcionarios dijeron que las acciones fueron para verificar el cumplimiento de la nueva legislación sobre las ONG, sin embargo AI aseguró que todas sus actividades cumplen con ella y que los documento exigidos en la revisión están ya en manos de las autoridades.
La nueva ley firmada por el presidente contempla una serie de medidas y acciones para evitar que ONG reciban apoyo financiero extranjero a cambio de información confidencial, y evitar que escudándose en su labor realicen actos de espionaje.
En su declaración, AI expresó su temor de que las leyes se utilicen para acosar a las ONG y se intensifiquen los abusos de los derechos humanos por parte de la autoridades rusas contra los trabajadores y voluntarios de organizaciones humanitarias.
Amnistía se mostró preocupada porque la reciente ola de inspecciones se transformen en una actividad deliberada para estigmatizar y desacreditar a las organizaciones no gubernamentales ante la población rusa y las empresas que apoyan su labor humanitaria.
"Esto es un tipo de acoso. Esta inspección no estaba planeada", indicó el director de AI para Rusia, Sergei Nikitin.
Pese a las críticas, el gobierno ruso asegura que estas leyes son necesarias para evitar que las organizaciones realicen tareas de espionaje para gobiernos extranjeros que dañen los intereses de la Federación Rusa.
Nikitin dijo en una entrevista telefónica a medios occidentales que los inspectores de la Fiscalía General y la policía fiscal llegaron sin previo aviso a la oficina para una "auditoría" y exigieron una serie de documentos.
La semana pasada, las autoridades realizaron una auditoría similar en las oficinas de otras organizaciones defensoras de los derechos humanos que operan en Rusia.
En una declaración, publicada en su página en internet, la organización humanitaria denunció que agentes de la Policía Fiscal y funcionarios de impuestos llegaron este lunes de manera inesperada a su sede en Moscú para realizar una inspección.
La medida se llevó a cabo en el marco de una oleada de inspecciones similares por parte del gobierno desde que aprobó en julio pasado una serie de normas que restringen las actividades de varias ONG rusas e internacionales.
Además de la sede de AI en Moscú, las autoridades rusas también catearon las oficinas de otras ONG como la Fundación Pública de la Sentencia, el Movimiento de los Derechos Humanos y la Agencia de Información Social, aunque no está claro cuál fue el motivo.
Funcionarios dijeron que las acciones fueron para verificar el cumplimiento de la nueva legislación sobre las ONG, sin embargo AI aseguró que todas sus actividades cumplen con ella y que los documento exigidos en la revisión están ya en manos de las autoridades.
La nueva ley firmada por el presidente contempla una serie de medidas y acciones para evitar que ONG reciban apoyo financiero extranjero a cambio de información confidencial, y evitar que escudándose en su labor realicen actos de espionaje.
En su declaración, AI expresó su temor de que las leyes se utilicen para acosar a las ONG y se intensifiquen los abusos de los derechos humanos por parte de la autoridades rusas contra los trabajadores y voluntarios de organizaciones humanitarias.
Amnistía se mostró preocupada porque la reciente ola de inspecciones se transformen en una actividad deliberada para estigmatizar y desacreditar a las organizaciones no gubernamentales ante la población rusa y las empresas que apoyan su labor humanitaria.
"Esto es un tipo de acoso. Esta inspección no estaba planeada", indicó el director de AI para Rusia, Sergei Nikitin.
Pese a las críticas, el gobierno ruso asegura que estas leyes son necesarias para evitar que las organizaciones realicen tareas de espionaje para gobiernos extranjeros que dañen los intereses de la Federación Rusa.
Nikitin dijo en una entrevista telefónica a medios occidentales que los inspectores de la Fiscalía General y la policía fiscal llegaron sin previo aviso a la oficina para una "auditoría" y exigieron una serie de documentos.
La semana pasada, las autoridades realizaron una auditoría similar en las oficinas de otras organizaciones defensoras de los derechos humanos que operan en Rusia.