sábado, 18 de mayo de 2013

Justicia D.F. Asesino Finge Secuestro


SENTENCIAN A SUJETO 
QUE MATÓ A SU ESPOSA Y
LA ABANDONÓ EN UN PARAJE
 DEL ESTADO DE VERACRUZ

* La pena de 45 años de cárcel contra el feminicida
* Trató de desviar las investigaciones argumentando tener alucinaciones y también haber sido secuestrados
* Sentenciado por Juez de primera instancia

La Policía de Investigación acreditó la participación de un sujeto en la muerte de su esposa por pedirle el divorcio, cuyo cuerpo abandonó en un paraje del estado de Veracruz, en el año 2011.
A través del Ministerio Público, la Subprocuraduría de Procesos aportó pruebas que demostraron la participación de Nelson Cuellar Maya, en el delito de feminicidio, en agravio de Claudia Margarita Méndez Ríos.
 Por lo anterior, el Juez 51 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente, dictó sentencia de 45 años de prisión contra el sujeto. En la resolución judicial también se estableció que Cuellar Maya también deberá pagar 64 mil 674 pesos por reparación del daño.
Como recordaremos dentro del expediente 266/2011, el representante social acreditó durante el juicio que el 3 de noviembre de 2011, el ahora sentenciado y su pareja, quienes ya vivían separados, acordaron encontrarse para platicar sobre su relación.
La víctima le pidió dinero para gastos de su menor hijo y al recibir respuesta negativa comenzaron a discutir sobre el trámite para el divorcio. Cuellar Maya le dijo que no quería separarse de ella, por lo que sacó una pistola y le disparó en el abdomen.
 A bordo de un automotor, el sujeto se trasladó al municipio de Huayacocotla, Veracruz, donde abandonó el cuerpo de la mujer, mientras que el automotor también lo dejó.
Cuellar Maya fue encontrado cuando caminaba descalzo por una carretera y trasladado a un hospital del estado de Tlaxcala, donde señaló que él y su esposa habían sido secuestrados.
Ya en el Distrito Federal y ante el Ministerio Público, Nelson Cuellar fingió alucinaciones y se contradijo en varias ocasiones, por lo que se dio intervención a  médicos y peritos en psicología, quienes determinaron que éstas eran provocadas voluntariamente para hacer pensar a la autoridad que tenía alucinaciones las cuales inventaba conscientemente.