PRESERVAR
EL
ESTADO DE DERECHO
·
Recurso Judicial efectivo
·
La impartición de justicia, pilar
fundamental del estado de Derecho
BLAS
A. BUENDÍA
Reportero
Free Lance
JUAN CARLOS MARTINEZ
Editor El Corredor Informativo
jeancarleon@hotmail.com
La importancia de la labor del poder
judicial es la de aplicar y hacer respetar las leyes, tanto por los individuos
como por las autoridades, a fin de mantener la armonía y el orden social
necesario para la comunidad y preserva el Estado de Derecho.
Los anteriores conceptos fueron
vertidos por el magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, quien al hacer un
importante análisis denominado Así es el Derecho, destacó, por lo anterior, es
el de acceder a la labor judicial que forma parte de la impartición de justicia.
La impartición de justicia, precisó, es
un derecho humano de todos los ciudadanos en México, pues nuestra Ley Suprema
claramente establece que ninguna persona puede hacerse justicia por sí misma,
ni ejercer violencia para reclamar sus derechos.
Y abundó: Por lo tanto, cuenta con el
derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán prontos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta completa, imparcial y gratuita.
La resolución de conflictos mediante
la labor jurisdiccional, tiene gran trascendencia en la vida en comunidad, es
por ello que el Poder Judicial y sus integrantes se rigen por los principios de
legalidad, honradez, accesibilidad, transparencia, máxima publicidad y
rendición de cuentas, debiendo privilegiar la solución de conflictos sobre los
formalismos, siempre y cuando no se afecten la igualdad entre las partes, el
debido proceso ni algún otro derecho.
Hay que considerar que, al dirimir un
conflicto, no todas las partes interesadas pueden tener la razón, y es por esto
que las personas que en primera instancia no obtienen resolución favorable,
tienen el derecho a que la misma sea revisada por otro juzgador, a efecto de
tener certeza de que no se ha cometido ninguna violación legal o
constitucional.
En este contexto, todo ciudadano
cuenta con el derecho humano a un recurso judicial efectivo, a un medio de
defensa que puede conducir a un análisis por parte de tribunal competente para
determinar si ha habido o no violación a los derechos humanos o de la ley y, en
su caso, proporcionar su reparación.
Este derecho se desprende del artículo
25 de la Convención Americana Sobre los Derechos Humanos, el cual establece que
toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o
la misma Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas en
ejercicio de funciones oficiales.
En el sistema jurídico mexicano, para
impugnar la inconstitucionalidad, o incluso la inconvencionalidad de una
disposición de observancia general o bien de resolución judicial, el recurso
efectivo es el Juicio de Amparo, ya que permite al órgano jurisdiccional de
amparo emprender un análisis para establecer si ha habido o no una violación a
los derechos humanos del promovente y, en su caso, puede proporcionar una
reparación.
A nivel local, en el ámbito de la
labor jurisdiccional se cuentan con recursos como la apelación y la queja, los
cuales son de la competencia de “salas”, integradas por tres magistrados, y su
finalidad es la de confirmar, modificar o revocar la resolución impugnada, y de
ello depende la legalidad de la misma.
Por esto pueden ser considerados como Recursos
efectivos y una herramienta más para que el ciudadano reclame el respeto a sus
derechos humanos, sobre todo los relacionados con la seguridad jurídica y el
acceso a la justicia efectiva.
Tanto el sometimiento a un juicio como
el derecho al Recurso efectivo son muestra clara de la importancia que tiene la
impartición de justicia como pilar fundamental del estado de Derecho, por lo
que se debe recordar que miles de mexicanos desde que se iniciaron en las
universidades, siempre han soñado con ser parte del Poder Judicial para con
esfuerzo, entrega y honradez, desempeñar esta labor que requiere horas de
estudio, dedicación y sacrificio.
Si bien la falla pública de alguno de los magistrados suele
repercutir en la concepción que la comunidad tiene de la impartición de
justicia, es necesario no perder de vista que el Poder Judicial es
indispensable para la defensa de los derechos humanos, el respeto a la
legalidad y la resolución pacífica de los conflictos, concluyó el magistrado
Élfego Bautista Pardo, titular de la Quinta Sala Civil, Ponencia 3, del
Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
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