El IMSS se ha transformado en una institución de robos administrativos
• Insólito: al poner en práctica “operaciones a priori”, inhumanamente el Seguro Social quitar incapacidades
• El dinero de las incapacidades son los recursos económicos de la sociedad, toda vez que los salarios de los médicos, administrativos y directivos, surgen de los impuestos asalariados de los mexicanos
• Pareciera que la institución que encabeza el político chiapaneco Zoé Robledo Aburto, incurre en acciones de omisión al mostrar su insensibilidad para atender la salud de la sociedad
BLAS A. BUENDÍA *
El juramento hipocrático es un compromiso que solo pueden hacer las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Medicina. Tiene un contenido de carácter solo ético porque orienta al médico en la práctica de su profesión. En su forma original regula las obligaciones hacia el maestro y su familia, hacia los discípulos, hacia los colegas y hacia los pacientes.
A partir del siglo XIX empezó a ser frecuente, se ha popularizado de forma universal, la realización de un juramento basado en un texto modernizado, inspirado por el antiguo, distinto según la escala de valores específica de cada tiempo y lugar.
Tras el anterior ejemplo, que delinea el espíritu de Hipócrates —figura fundamental en la historia de la medicina y que sus ideas y recomendaciones han sido seguidas por los médicos durante más de dos mil años—, esa mística se ha perdido por múltiples factores.
A las puertas de los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social, con tristeza, se han registrado infinidad de decesos al grado que “los funcionarios verdes” se ven impedidos porque el gobierno de la Cuarta Transformación les ha recortado las acciones presupuestales que por Derecho, cada institución debe recibir con aprobación del Congreso para brindar una atención adecuada en beneficio de la sociedad.
Pero “las tres caídas del calvario que padeció Jesucristo de Nazaret, son pecata minuta en comparación a los maltratos que se reciben en el IMSS de Zoé Robledo Aburto”, denunció el C. Juan Carlos Martínez Nava, quien es un connotado periodista, Doctor en Derecho y promotor especializado en materia cultural.
“No me gusta la múltiples mentiras que en muchas ocasiones son emitidas por doctores encargados de diversas especialidades, una de ella que es la más importante para los pacientes, sean operados de manera inmediata porque es necesario para su salud; sin embargo, la verdadera causa es que el derechohabiente se ha visto en la penosa necesidad de no percibir las incapacidades que por Derecho les corresponde, que como consecuencia los desaciertos en estos resultados, son omitidos aduciendo incongruencias administrativas”, indicó.
Desde hace más de un año —recordó el derechohabiente Martínez Nava— estuvo buscando que el IMSS lo operara de cataratas surgidas en el ojo derecho, que lamentablemente fue hasta perdiendo la visión también del ojo izquierdo, y como resultado de este padecimiento, comenzó a sufrir fuertes caídas lastimándose sus piernas y rodillas, reflejándose las causas en la región lumbar y cadera en general, así como la columna, presentando tres vertebras dañadas, decretándose por la propia institución conforme al código de Riesgo de Trabajo (RT), el avance de sus malestares.
A raíz de todo este cuadro patológico, los estudios y análisis clínicos arrojaron hepatopatía graso NO alcohólica, impactando en un trastorno de coagulación, lo que debió haber sido tratado a través de medicamentos que carece hasta este momento en las farmacias del IMSS.
A pesar de tener conocimiento de este problema fisiológico, sin embargo, se arriesgaron a operar la catarata a pesar de que diversos médicos especialistas oftalmológicos y en medicina interna, argumentaron que no era factible la intervención quirúrgica “hasta en tanto no se regularice el hígado”, ya que podría existir la posibilidad de una trombosis. “La verdadera razón de la operación a priori, fue quitar las incapacidades que lógicamente viene a impactar sicológicamente en la vida de cada paciente”, destacó.
El derechohabiente Juan Carlos Martínez Nava, recapituló afirmando que debido a la falta de la vista, prácticamente en ambos órganos visuales, le han provocado estrepitosas caídas en horas de trabajo, lo cual se le debió de dar seguimiento conforme al código de Riesgo de Trabajo; empero, no fue así, porque los médicos verdes externaron puras mentiras, estipulando que “es una enfermedad general, lo cual es totalmente falso, pues no existe antecedente de lesión de rodilla, cadera y columna con antelación”, cuando el paciente presenta todo lo contrario, repercutiendo en su estatus de salud.
Como era de esperarse —insistió el Doctor en Derecho— una vez operado de la catarata que fue desarrollada inadecuadamente por supuestos médicos oftalmológicos, el personal administrativo procedió a despojar al paciente Martínez Nava, de su derecho a recibir sus incapacidades correspondientes, por la simpleza de haber promovido en la Contraloría del IMSS, una queja por el delito el mal trato, siendo una de tantas víctimas de forma sistémica.
Retomando la serie de caídas debido a la falta de la vista en ambos ojos, recapituló que la Unidad de Traumatología decretó la existencia de lesiones traumatológicas con visibles lesiones en cadera, columna, y por ende, negándole las incapacidades de manera inmediata.
Al presentase en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, ubicado en Calzada de las Bombas 117, desdichadamente lo primero que le manifestaron, que “ya son muchas incapacidades que ha recibido”, cuya declaración no dejará ser “omisa”, “tendenciosa” y “deshumanizada con visos “criminales”, cuando en los hospitales del Seguro Social han presentado gran demanda de enfermos, siendo rebasado todo el aparato de los Servicios Médicos del Estado, para atender a tantos enfermos.
El calvario que ha vivido el periodista Juan Carlos Martínez Nava, no conforme los funcionarios verdes del IMSS, le han secuestran hasta sus documentos como es el carnet y documentos personales como la credencial del INE, para obligarlo pasar horas de espera sin razón alguna, consumándose los probables delitos de plagio, despojo y robo.
Debido a estas irregularidades, el periodista Martínez Nava hizo un respetuoso llamado al director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, para que se aboque a través de sus asesores jurídicos, una revisión a los actos impugnables para buscar una resolución favorable con base a los argumentos expuestos.
Conforme a la demostración valorativa y jurídica, sin tapujos, la Doctora Lobardo, jefa de rayos X del Hospital de Traumatología y Ortopedia, ubicado en Calzada de las Bombas 117, fue la funcionaria imprudente que indebidamente secuestró documentos del paciente Martínez, haciendo señalizaciones escritas en el expediente del trabajador, “lleva muchos días de incapacidades por tal, hay instrucciones de quitarlas”.
En resumen, si bien el IMSS se ha transformado en una institución de robos administrativos, lo insólito es que pone en práctica “operaciones a priori”, que inhumanamente, el Seguro Social despoja de incapacidades a sus derechohabientes.
El dinero de las incapacidades son los recursos económicos de la sociedad, toda vez que los salarios de los médicos, personal administrativos y directivos, surgen de los impuestos asalariados de los mexicanos.
Pareciera que la institución que encabeza el político chiapaneco Zoé Robledo Aburto, incurre en acciones de omisión al mostrar su insensibilidad para atender la salud de la sociedad.
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
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