domingo, 1 de julio de 2007

LA NOVEDAD DE GOROSTIZA

Una Joya Literaria el libro “Poesía y Prosa” de José Gorostiza

Juan Carlos Martínez Nava


Se editó y ya esta a la venta una joya literaria Poesía y prosa de José Gorostiza, una joya literaria que por primera vez se publica como obra completa, de el investigador Miguel Capistrán y Jaime Labastida, maestro de la oda, bajo el sello de la editorial Siglo Veintiuno Editores (Silgo XXI).

Dentro de las sorpresas en el libro contiene una entrevista de Margarita Villaseñor y el reportero cultural Rodolfo Rojas Zea, que le realizan a Gorostiza a finales de los 60, inédita, así mismo cuenta con una bibliografía, traducciones, conferencias, discursos, introducciones y una infinidad de escritos.

Hay que recordar que la serie de poemas que creo este personaje mexicano y que lo hicieron inmortal fue por la obra y Muerte sin fin,(1936), obra que ha alcanzado sobresalir por su gran aliento y factura, así como líricas sueltas como Del poema frustrado, (1964), y cinco sonetos titulado: Suite en dolor de Luz Velderráin, (1990), pos mortem.

Mientras que Canciones para cantar en las barcas, tuvo un corto tiraje; es importante aclarar que para la crítica estuvo fuera del alcance de los amantes de la prosa desde los años 20, dejando a los amantes de la prosa por un periodo de 40 años en la oscuridad y desconocimiento total de la obra de José Gorostiza. No fue hasta que de nueva cuenta surgió otra publicación en 1946, y que corrió la misma suerte, agotándose.

En tiempos contemporáneos y vanguardistas Guillermo Sheridan, investigador, realizó a finales de los 90, (hasta después de otros 50 años aproximadamente), surge otra publicación completa con poemas inconclusos.

Para la realización de la edición completa da crédito a los investigadores Porfirio Martínez Peñaloza, Luis Mario Schneider, Edelmira Ramírez, Armando Ramírez Domingo, Alí Chumacero y el estudioso de Arturo Cantú.
PAUSAS II
NO CANTA el grillo, Ritma
la música
de una estrella.
Mide
las pausas luminosas
con el reloj de arena.
Traza
sus órbitas de oro
en la desolación etérea.
La buena gente piensa
-sin embargo-
que canta una cajita
de múscia en la hierba.

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