sábado, 11 de agosto de 2007

CUERVOS, VAMPIROS Y RULFO

LOS CUERVOS, NOVELA FRONTERIZA DONDE CONVERGEN EL VAMPIRISMO Y LAS IMÁGENES RULFIANAS

Héctor Campio

Rodeado de comentarios favorables hacia su estilo narrativo e incluso comparaciones con las imágenes propias del universo rulfiano, fue presentado en el Café Bar Las Hormigas, de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, el libro Los cuervos, de César Silva Márquez, Premio Binacional de Novela Joven 2005 Frontera de Palabras/Border of Words.

Mayra Insunza, editora de literatura del Fondo de Cultura Económica y una de las presentadoras del libro que marca el debut de Silva como narrador, se refirió al simbolismo de los cuervos desde la mitología antigua hasta la historieta contemporánea y a su calidad de mensajeros de noticias trágicas.

En la novela, un conjunto de estas aves anuncia la llegada de un vampiro asesino de mujeres a una localidad fronteriza. Insunza comparó la narración con una cicatriz abierta, “porque se trata de una historia que no termina, que no se cierra sino que sangra”. El relato, según su interpretación, funciona como una metáfora de los feminicidios de Ciudad Juárez, de donde es originario el autor.

Por su parte, Carlos Antonio de la Sierra, narrador y ensayista morelense, comentó que Los Cuervos es una novela sin protagonistas, donde los personajes están reducidos a una sucesión de voces en movimiento.

El texto, de estructura fragmentada y rupturas temporales, mereció su atención por las atmósferas oníricas creadas a lo largo de sus páginas. “Percibí muchas alusiones a la literatura mexicana y, en particular, a Rulfo. No sólo por el título, que se asemeja a Los zopilotes del autor jalisciense, sino por imágenes y estructuras narrativas que son ecos de Pedro Páramo.”

Asimismo, De la Sierra comentó que la novela alude a la circularidad. Esta referencia se hizo a cuenta de la muerte de uno de los protagonistas a la mitad de la narración y la expectativa de su llegada al final del libro.

El morelense celebró además la presencia de recursos narrativos, tales como la presencia de un diario escrito por la voz de un muerto y que controla toda la historia.

César Silva, ganador en tres ocasiones de la beca David Alfaro Siqueiros que otorga el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Chihuahua, dijo que para escribir su primera novela se imbuyó en la lectura sobre asesinos seriales e intentó emular algunos de los textos escritos por ese tipo de homicidas.

Negó haberse inspirado en el clima violento de su ciudad natal para escribir la historia y aseguró que su historia de vampiros no tiene ninguna conexión con los feminicidios de los últimos años en la frontera de México.

“Lo que yo quería escribir era una novela de terror, la historia de un vampiro en mi propia versión. Se dice que uno no escribe lo que quiere, sino lo que puede, pero en este caso creo que ambas cosas coincidieron en el resultado final”, dijo.

Por otra parte, César Silva asumió que para un escritor joven es difícil alejarse de Juan Rulfo por su omnipresencia. “Ha sido una lectura importante en mi vida, aunque yo no trato de imitarlo. Creo que el hecho de vivir en la frontera le da a mi literatura otro ritmo, otra atmósfera, sin embargo me parece elogioso el comentario sobre el parecido involuntario que guarda esta novela con su obra.”

Silva es también autor de cuatro libros de poesía, el último de ellos titulado Si fueras en mi sangre un baile de botellas.

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